martes, 14 de diciembre de 2010

Caerse, levantarse. Caerse, levantarse caerse levantarse...

Hoy, te he mirado a los ojos, me has sonreído y he caído rendida. Lo sé, estoy cometiendo un grave error. Además, tengo una amarga sensación de que eres bipolar, de verdad. Un día me sonríes, te acercas a mí y me hablas hasta que mi corazón no puede más de alegría. Al día siguiente solo me hablas para decirme lo estúpida que parezco, o peor, ni siquiera te percatas de mi presencia. Un día me haces sentirme en lo más alto, y al día siguiente consigues que me caiga al suelo de un golpe. Pero, sabes qué? Lo he decidido, esto va a cambiar. No debo, no quiero estar siempre dependiendo de tu puto estado de ánimo. Algo haré, no sé el qué, pero te tengo que sacar de mí, y te tengo que sacar ya. Ahora. Nada de mañana, o quizás dentro de un tiempo... No. Ahora. Porque sino, tu sonrisilla de superioridad que te gusta tanto poner, acabará por matarme.
O bueno, la verdad, es que quizás ya me hayas matado...
Pero sí. Te quiero. Pese a todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario