lunes, 10 de junio de 2013

Sólo amigos.

¿Sabes cuál de todas las fases del amor es la peor? La de ''sólo somos amigos''. Porque lo quieres con todas tus fuerzas, pero tienes que hacer un esfuerzo sobrehumano para que no se note. ¿Sabes lo complicado que es verlo abrazando a otra, y no poder siquiera mirarlos de reojo por temor a que te pregunten? No poder desahogarte con nadie, porque nadie lo sabe, y nadie tiene que saberlo. Al final y al cabo, sólo sois amigos. Sois amigos que abren la conversación del otro cada 2 minutos, con la esperanza de ver un 'Escribiendo...' pero que nunca llega, porque ambos lo están esperando, pero ambos son lo bastante orgullosos como para no dar el primer paso. Pero tú eso no lo sabes, ¿cómo lo vas a saber? Si en el día a día apenas te mira. Aunque, cuando te mira... cuando te mira, y sonríe, sientes morir. Porque podría haberse apagado la luz del sol a la vez que haberse cortado toda la electricidad, que su sonrisa lo habría iluminado todo. Cuánto darías por ser la razón de su sonrisa.
Pero sólo sois amigos.
Sólo eso, ¿no?

lunes, 3 de septiembre de 2012

Porque yo... te amo.

¿Quieres saber por qué me he enamorado de ti? Bien, te cuento. Yo de normal soy una persona de bien quedar. Es decir, que siempre digo lo que la gente quiere oír, en vez de lo que pienso. Pero contigo... contigo eso no me sale. Contigo sólo puedo ser sincera, decir lo que pienso. Y eso me encanta, porque es como si bloquearas mis sentidos y sólo pudiera ser yo misma. También me das seguridad. No me preguntes cómo, ni por qué, pero cada vez que te tengo cerca siento como si nada malo me pudiera pasar, como si me pudieras proteger de cualquier cosa. Es estúpido, ¿verdad? Si ahora apareciera un terremoto, me caería al abismo, con o sin ti, pero me sentiría tranquila y segura, porque eres tú, tú, como si fueras mi ángel de la guarda. También.... y es uno de los motivos más importantes... es que tengo la necesidad de pedir tu ayuda. Desde siempre soy muy auto-suficiente, y nunca, bajo ningún concepto y aunque la necesite, pido ayuda. Pero tú... no sé. Quizás porque me das esa protección y tranquilidad, necesito que me apoyes. Tú lo sabes, ¿cuándo he pedido yo ayuda para los estudios? Contigo lo hice, y te aseguro que me asombré yo más que tú. ¿Y para bajar por ese sendero de piedras? ¡Por favor! Ni loca habría pedido ayuda para bajar. Pero no sé... tuve que pedírtela. Me sentí obligada. ¿Te das cuenta? La gente normalmente me conoce como una persona fuerte, decidida y auto-suficiente. Tú conoces a la niñata asustadiza, dependiente y débil.
Y por ello me enamoré de ti.

Qué tiene ella.

¿Sabes? No puedo asegurarte que vayas a ser más feliz con ella, que conmigo. Porque la verdad es que es algo que ni ella, ni tú, ni yo, sabemos. Pero sí puedo asegurarte varias cosas. Puedo asegurarte que vas a poder contar conmigo en cualquier momento. De verdad, bastará una llamada, un mensaje, lo que sea, para que acuda a donde haga falta a darte un abrazo. También te ofrezco preocupación. Cada vez que vayas a hacer algo arriesgado, sabrás que hay alguien que está poniendo todo de su parte para que no te pase nada malo. Puedo asegurarte... que cada vez que te sientas triste, o solo, puedes sonreír, ya que para esta pequeña eres lo más bonito del mundo.
No sé si estarás mejor con ella o conmigo, pero lo que yo te doy, es un corazón entero.

domingo, 26 de agosto de 2012

Puede tener mala pinta, pero no es mala gente.

Yo... yo no soy una princesa. Yo grito, digo tacos, no escucho música suave, me río exageradamente y corro por los pasillos. Quizás por ello dejé de buscar un príncipe azul. Simplemente, las princesas buscan príncipes, pero los príncipes buscan princesas, y yo no lo soy. Y, en fin, la mitad de esos príncipes salen ranas. Por eso decidí fijarme en ti, pequeño. Vestido de manera desigual, despeinado y con un cigarro en la mano. ¿Quién lo iba a decir, eh? Las niñas de normal no se fijan en ti. Pero, ¿sabes? Esos principitos que buscan suelen ser chulos, arrogantes, egoncéntricos y creídos. Y tú, mi niño, eres gracioso, amable, sociable y sonriente. Y si no se quieren fijar en ti, pues oye, que les den. Mejor para mi, así eres mío entero.
Yo solo quiero decirte que digan lo que digan, eres perfecto.
De la cabeza a los pies.

jueves, 16 de agosto de 2012

Mi vida.

Hola, principito:
No sé si algún día me arrepentiré de escribirte esto, espero que no. Pero quiero que sepas un par de cosas. Sé que lo has pasado mal en el amor, que te han hecho daño, que te has enamorado de chicas que creías princesas y eran ranas, pero no deberías perder la esperanza ni la sonrisa por ello. ¿Sabes por qué? Porque tu sonrisa es la cosa más preciosa que he visto en esta vida. Y porque si pierdes la esperanza, la perderé yo de poder estar algún día a tu lado. Y sí, sé que lo diste todo por ellas, y que ellas no supieron valorarte, pero no por ello tienes que dejar de valorarte a ti mismo. Porque cada pequeño detalle que tuviste con ellas te convierte en una gran persona, porque cada sonrisa que intentaste sacarles hacen que yo ahora sonría fantaseando con que lo intentes algún día también conmigo. Nunca bajes la cabeza por culpa de tus defectos, porque son parte de ti, y al igual que tú, son perfectos. Sé que no confías en nadie, que has puesto una barrera, pero la esperanza es lo último que se pierde, y yo tengo la esperanza de abrir esa barrera a cabezazos, entrar en ti y demostrarte que siempre podrás contar conmigo. Que yo te ofrezco el llamarte cada vez que crea que algo te va mal, el ir a buscarte a tu casa cada vez que me confieses que estás mal y darte un abrazo, el cogerte la mano cuando vayas a caerte, el sacarte una sonrisa cada vez que una lágrima caiga rodando por tus mejillas.
Yo te ofrezco quererte como nunca antes he querido a nadie.
Te amo principito.

lunes, 13 de agosto de 2012

Que seas de esos, que nadie recomienda.

Para que un verdadero amor salga bueno, siempre tiene que tener todos los ingredientes, y usados en la cantidad correcta. También tienes que haber seguido los pasos de su preparación. Se estima que un verdadero amor tarda en hacerse de entre 3 meses a incluso un año.
Ingredientes:
-Conexión
-Miradas y sonrisas
-Un corazón latiendo a demasiada velocidad
-Notar su ausencia
-Celos
-Lo demás es cosa tuya.

Modo de preparación:
1. La primera vez que os veáis, tiene que existir esa conexión que haga que digas qué chico más majo. Tiene que ser algo que, en ese momento, no signifique nada, pero que cuando lo pienses, meses después, te des cuenta de que fue algo mágico. 
2. La segunda vez que os veáis, tienen que estar presentes esas miradas y esas sonrisas que harán que cambie por completo la forma de ver de esa persona, aunque en ese momento no te des cuenta.
3. La tercera vez, probablemente ya empieces a enamorarte, eso lo sabrás cuando tengas un corazón latiendo a demasiada velocidad
4. Llegados a este punto, tienes que notar su ausencia. Si no le echas de menos, ese sentimiento no se hace fuerte.
5. Es hora de echarle a este amor los celos. ¿Con quién estará? ¿Dónde estará? ¿Estará con esa guarra?
6. A partir de ese punto este amor está preparado para que, cuando le veas, le mires, sonríes y abraces. 
Y desde ese punto, cómo siga la historia es cosa tuya.
¿Qué ocurre cuando dos personas totalmente opuestas se conocen casi por casualidad, y conectan desde el principio? Quizás no deba considerarse una coincidencia.