miércoles, 19 de enero de 2011

De ese blanco nostálgico.

Meto la pata. Una, dos, tres veces. Creo que no llevo la cuenta pero, no me arrepiento. Sonrío sin sentirlo, a veces me pregunto... si realmente siento algo alguna vez. Sigo encerrada entre las cuatro parades que forman mi imaginación, pintadas de blanco, de ese blanco nostálgico... pero que no es negro, cosa de la que me alegro. Porque quizás viva indiferente, quizás aparente... que me resbala todo, pero es mejor que vivir con el puto dolor en la cara, ¿o no? Porque hoy te veo de forma distinta. Porque veo a todos de forma distinta, como si estuviera en una esfera de esas de cristal que te impiden ver las cosas tal y como son. Porque vivo en un estado de ausencia extraño... pero no la siento, porque no siento nada. Tengo hierro de corazón, o no sé, quizás solo haya un hueco ahí... Soy ajena a la realidad, la cual creo que no existe, porque varía según los ojos que la vean. Y porque el tiempo va cambiando, pero la gente también. Hoy te quiero, hoy no, hoy te adoro, hoy te pego. Tengo la extraña sensación que vivo en un mundo donde hay más bipolaridad que personas, joder... Qué puta es la realidad. Y yo aquí sigo, encerrada bajo las cuatro paredes que forman mi imaginación, pintadas de blanca, de ese blanco nostálgico... si realmente siento la nostalgia alguna vez. Quizás sea otra aparente ficción... te quiero.

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