domingo, 22 de enero de 2012


Creo que allí fui capaz de ser feliz del todo, sin rayadas ni historias, ayudando unos a otros, con gente que quiero de verdad, con risas, mareos y humo, con bailes interminables, con la música a tope, sofás por todos sitios, y la madrugada encima nuestro. Y si te rayabas hermano, lo gritabas, hasta cansarte, a todos le importaba lo que decías pero a la vez nadie te escuchaba, es como estar con todos y con nadie a la vez, sonriendo, con un cubata en la mano, donde las penas no existen.
Y si querías cantar, cantabas, si querías bailar, bailabas, no importa si lo haces bien o mal, si querías olvidar, ¿queda alguna botella? ¡otro chupito joder!
Como hermanos,

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