miércoles, 16 de marzo de 2011

Sé que te resulto indiferente

Sonrisa de niña, ojos brillantes, sensación de peligro. Una botella en la mano, el pelo suelto, dos pendientes y los tacones en el suelo. Parece que vaya a comerme el mundo, y realmente sólo quiero encontrarte por casualidad. Tengo una sonrisa de niña para que me veas dulce, tengo los ojos brillantes para que en ellos encuentres luz. Tengo una botella en la mano por si la cosa se nos va, el pelo suelto para que me veas segura, dos pendientes porque también soy cuidadosa y los tacones para que me veas en este mundo de gigantes. Nunca te fíes del galán o del malo. Ni de la pasota, ni de la tímida. Pero es que son los que más ponen. Si eres un tío, sedúcela con palabras vacías pero a los que ella dará otro significado, o trátala fatal, le gustarás. Si eres una tía, úsalo como una almohada y luego pasa de él, o ve de tímida y luego conviértete en la más zorra de la putas, le pondrás. Pero... escucha una cosa. Si eres un tío, y eres así, les gustarás a las pasotas, y a las tímidas que luego no lo son. Si eres una tía y eres así, les gustarás a los malos, o a los príncipes que en realidad son unos salidos con ganas de un calentón.

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