Yo no soy princesa

Después de mucho recapacitar, he entendido por fin por qué no tengo el príncipe azul con el que todos sueñan, y es que yo... yo no soy princesa. Ni nunca lo seré, porque no va conmigo. Porque yo no llevo vestidos larguísimos, qué va, yo soy de shorts e incluso minifaldas. Porque yo no llevo perlas, yo llevo unos aros que relucen mucho más. Yo no soy de esas princesitas que se pintan como puertas, yo lo básico y ya está, que lo natural triunfa. Tampoco soy una chica de lo más fina, es más, digo tacos hasta entre dientes... joder. Realmente, de fina no tengo nada, todavía nadie me ha dicho algo que pueda considerar guarro, porque cada cual que diga lo que quiera que yo contesto. Si me molesta algo te saco el dedo índice, si me vacilas te contesto, si sigues jodiendo te mando un beso. Yo no quiero un anillo que para mi significa compromiso, quiero un colgante que me diga te quiero, y listo. Ah sí, lo olvidaba, quiero un sms, una carta, como gustes, pero no me mandes flores que se marchitan, los mensajes al menos se guardan, sabes? Yo prefiero sonreirle a los problemas que lloriquear por ese príncipe que no llega ni llegará, porque esos no son para mi, para mi es un tío normalito, con sus defectos y virtudes, con sus vicios y manías, con sus venazos bipolares y sus rayadas, porque a mi lo perfecto no me va, sabes...